Bien, comenzemos desde cero a jugar
sin control. Sé que quizá ambos estamos
agotados de jugar, pero podemos disimular-
lo bien, tan bien que ni siquiera nosotros
nos damos cuentas de las máscaras de seda
que llevamos puestas sobre nuestros rostros
hace quizá cuánto tiempo.
Muy bien, vamos a pecar esta noche? quizá
no te he dicho las cosas lo suficientemente
claras, pero aunque las dijera seguirías ejecu-
tándome de todas formas. No es que tenga
miedo, TENLO CLARO.
Exelente, parece que las reglas de esto están
puestas sin darnos cuenta y seguimos límites
imaginarios puestos en nuestras cabezas, O
a caso los pusimos juntos tan ebrios que lo ol-
vidamos sin olvidar?. No, espera, sigamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario