domingo, 17 de enero de 2010

CB

No entiendo qué hiciste, pienso en demaciado.
No veo cómo conseguiste que yo te necesitara
así.

Me haces sentir completa, especial, única, querida.
Me haces sentir que todo vale la pena, que todo
es perfecto.

Pero no me explico qué quiero en realidad. ¡No
me explico la razón por la cuál me arrastro tanto!
¡Ni por qué sonrío al escuchar tu voz!

Quizá hasta esté dando pena... Quizá esté sólo
dándote problemas... Quizá sólo tes estás riendo
de mí forma de llamarte....

Pero por lo que más quieras, no me dejes ahora...

No hay comentarios:

Publicar un comentario