martes, 19 de enero de 2010

C

No sé que pensar, sentí que tu alma
se devoraría mi cuerpo.Me sentí
viva, pero ahora tengo miedo. Y sé
que ya desistimos, pero el hecho de
sentirte en mis labios y sentir tu cuerpo
desvaneciéndose de deseo me recordaba
que no eras un niño, que estaba arries-
gando demasiado por quizá nada.

Pero tu sin fin de palabras bonitas, tu
forma desagradable de ser cuando estás
conmigo, tu forma de fumar y de reír...

No sé, no me gustas, no te quiero, y así
tiene que ser...

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