se devoraría mi cuerpo.Me sentí
viva, pero ahora tengo miedo. Y sé
que ya desistimos, pero el hecho de
sentirte en mis labios y sentir tu cuerpo
desvaneciéndose de deseo me recordaba
que no eras un niño, que estaba arries-
gando demasiado por quizá nada.
Pero tu sin fin de palabras bonitas, tu
forma desagradable de ser cuando estás
conmigo, tu forma de fumar y de reír...
No sé, no me gustas, no te quiero, y así
tiene que ser...
No hay comentarios:
Publicar un comentario