Mentiría si dijera que no me decepciono. Mis
constantes ganas de llorar hacen que todo duela
más, y si menciono que no lo hago aunque quiera,
sólo estaría sumando puntos en contra.
No le he dicho a nadie lo mal que la estoy pasando
en silencio, no creo que sea un estado suicida, pero
de verdad que me siento devastada. Y sabiendo que
el culpable de todo esto es más que nada el cansansio,
me domina el orgullo cuando deseo pedir ayuda.
Tengo que ser fuerte, sólo queda un par de se sema-
manas para poder encerrarme en mi habitación a no
pensar ni ahogar mi llanto entre cuadernos...
Quiero tomar tu mano fuerte y no decirle a nadie
que en verdad no existes.
Buenas noches, querido blog... gracias por existir ^^
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