Cuando despiertas con un dolor en el pecho, no un simple
dolor, sino uno en el pecho. Cuando tienes que levantarte,
no porque quieras, sino porque tienes que levantarte, me
levantaré.
Si no existe nada por lo que seguir, inventaré un motivo
por el cual seguir. Inventaría un motivo, dos, tres o los
que sean necesarios; porque no quiero fallar, no esta vez.
No tengo ganas ahora, no tengo ganas y ya. Sé que tengo
responsabilidades, pero juro que igualmente las voy a
cumplir (aunque quizá no por mí, sino por ellos)
Sé que no hay mal que dure cien años, quizá eso me
consuela, sólo quizá. Pero sé que habrá siempre una
nueva oportunidad para seguir.
Pero cada vez que me quiera o me hagan llorar, me
esconderé...
No hay comentarios:
Publicar un comentario